Nace
en Cuba en la década de los 50 dentro de salones de baile, casinos o clubes.
Sus antecedentes son el chachachá y el son. Hay varias historias que explican
el porqué de su nombre. La primera, es que este estilo solo lo
bailaban
en el Club Casino Deportivo de La Habana; así que usaban la frase “vamos a
hacer la rueda de casino” para referirse a él. La segunda es que tomaron el
nombre de una orquesta llamada Conjunto Casino.
Es un
estilo de baile en el que se necesitan por lo menos dos parejas, las cuales
hacen figuras mientras se desplazan en el sentido de las agujas de un reloj.
Los bailadores marcan el tiempo de la música con un paso hacia atrás del pie
izquierdo a diferencia de la salsa en línea, en
la que se marca hacia delante. Uno de los participantes cumple el deber de
cantar la rueda; es decir, indicar a través de palabras y señas cuáles son las
figuras a bailar.
Los bailadores
deben estar atentos al mando de quien canta ya que no existe un orden y se
pueden combinar innumerables figuras. Los pasos varían en dificultad y no solo
exigen movimientos de los brazos y pies, también exigen gritos, gestos,
levantamientos sencillos e incluso un “besito” (nombre de una figura de
dificultad media). En este baile la expectativa y el alboroto se combinan con
la clave de canciones de la década de los 90, grupo de producciones conocidas
como Timba cubana.
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